La piel es la cubierta externa del cuerpo humano y uno de los órganos más importantes del
mismo tanto por tamaño como por sus funciones. La piel separa al organismo del medio ambiente
externo y, al mismo tiempo, permite su comunicación con él mismo. Es una envoltura
completa sin soluciones de continuidad, ya que en las regiones donde se encuentran los orificios
naturales del organismo, la piel se transforma paulatinamente en una mucosa.
La piel sana es una barrera contra agresiones mecánicas, químicas, tóxicos, calor, frío, radiaciones
ultravioleta y microorganismos patógenos. Además, la piel es esencial para el mantenimiento
del equilibrio de fluidos corporales actuando como barrera ante la posible pérdida de
agua (pérdida transcutánea de agua), el mantenimiento del equilibrio térmico y la transmisión
de una gran cantidad de información externa que accede al organismo por el tacto, la presión,
temperatura y receptores del dolor. Es más, prueba de que la piel juega un papel muy importante
en nuestra función de relación es que exteriorizamos nuestro estado emocional por la
piel: nos sonrojamos, palidecemos, nuestro pelo se eriza y emanamos olor (feromonas).
La piel es un órgano de gran tamaño, el mayor del organismo, ya que tiene una superficie de
alrededor de 2m2
(depende de la altura y peso de la persona) y un peso de 4 kg, lo que supone
aproximadamente el 6% del peso corporal total.
1. EPIDERMIS
La epidermis es la capa de la piel con mayor número de células y con una dinámica de recambio
extraordinariamente grande. Presenta un espesor variable, con un valor medio de 0,1
mm., pudiendo alcanzar en zonas como las plantas de los pies y las palmas de las manos espesores
de hasta 1 ó 2 mm.
2. La dermis: Es la estructura de soporte de la piel y le proporciona resistencia y elasticidad. Está
formada básicamente de tejido conectivo fibroelástico. La matriz extracelular contiene una
elevada proporción de fibras, no muy compactadas, de colágeno (>75%), elastina y reticulina.
Es un tejido vascularizado que sirve de soporte y alimento a la epidermis. Constituye la mayor
masa de la piel y su grosor máximo es de unos 5 mm.
3. TEJIDO SUBCUTÁNEO O HIPODERMIS
La dermis se integra con la capa de tejido subcutáneo no teniendo un límite definido. Esta capa
está formada de tejido conectivo laxo y muchas de sus fibras se fijan a las de la dermis, formando
franjas de anclaje, fijando así la piel a las estructuras subyacentes. Si estas franjas de retención están poco desarrolladas, la piel se mueve en su
sustrato formando plegamientos. Si están muy desarrolladas o son muy numerosas, como es
el caso de la planta de los pies o del cuero cabelludo, la piel es casi inamovible.
Actividad:
Colorea con diferentes tonos de piel los dibujos de rostros.
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